
Un símbolo de la naturaleza canadiense
El abeto balsámico, con su capacidad única para producir resina balsámica de Canadá, es un símbolo del rico patrimonio natural de Canadá. Su resina, testimonio del ingenio de la naturaleza, ha servido a la humanidad durante siglos y continúa inspirando innovación y descubrimiento.

Una gran cantidad de usos
Hoy en día, la resina de bálsamo de Canadá se encuentra en una multitud de productos terminados y semiacabados en los mercados doméstico, industrial y farmacéutico. Sus amplias aplicaciones son un testimonio de sus notables cualidades.

Potencial terapéutico
Como medicamento oficialmente reconocido, la resina de bálsamo de Canadá sigue utilizándose por sus efectos terapéuticos y se vende en herbolarios y farmacias. Varias empresas lo comercializan en formas como cápsulas de resina de bálsamo de Canadá, goma negra con aloe vera, goma líquida, goma de pino y goma de bálsamo de Canadá filtrada.

Un legado de precisión óptica
Durante décadas, la resina de bálsamo de Canadá ha sido muy valorada por su índice de refracción, equiparable al del vidrio. Esto lo ha convertido en un material ideal para adherir lentes y elaborar portaobjetos de microscopio y otros instrumentos ópticos de alta precisión.

Una joya cosmética y farmacéutica
Esta goma resinosa aporta sus propiedades únicas a una variedad de pinturas, tintes, cosméticos y agentes de limpieza. El alfa-pineno, el borneol y el acetato de bornilo, componentes esenciales de la resina del bálsamo de Canadá, son ingredientes muy buscados en las industrias farmacéutica, cosmética y de perfumería.

Innumerables aplicaciones industriales
La resina de bálsamo de Canadá es un pilar en los campos de la fitoquímica, la química sintética, la producción de papel y cartón especiales, la impresión, las fragancias e incluso la industria alimentaria.